jueves, 27 de septiembre de 2012

LEYENDA DEL CARDÓN


Cuenta la leyenda que los cardones que hay en los valles, en especial en el camino a Amaicha del Valle, son indios, que convertidos en plantas, aún vigilan los valles y los cerros. Ellos velan por la felicidad de sus habitantes que, de esta manera, nunca más serán perturbados por extraños en conquista de tierras.

Pero más trágico es saber cómo se convirtieron en plantas. Se cuenta que en épocas de la conquista, el Inca, al ver que los españoles estaban dominando y martirizando a su pueblo, envió emisarios a los 4 puntos del imperio para organizar las tropas y así dar un golpe mortal al invasor.

Para ello, los guerreros se apostaron en puntos claves por donde pasarían los conquistadores, esperando la orden de atacarlos por sorpresa, pero esta orden nunca llegó pues los chasquis enviados fueron capturados en el camino y el Inca fue capturado, torturado y muerto. Los valientes indios esperaron y esperaron y vieron, desorbitados, pasar las tropas europeas sin recibir la orden de atacar.... pasó el tiempo y, desolados, quedaron en sus puestos.... la Pachamama, piadosa, los fue adormeciendo y haciéndolos parte de ella.... así comenzaron a unirse sus pies a la greda y la Madre Tierra los cubrió de espinas para evitar que los dañaran en su sueño...


Se dice que aún hoy estos estoicos vigías esperan la orden que nunca llegará...

Matias F

viernes, 14 de septiembre de 2012

Candyman


Si uno se mira en uno espejo a los ojos y repite tres veces la palabra “candyman”. Aparece a sus espaldas un negro gigantesco, vestido con una capa oscura, lleva un afilado garfio en el brazo.
Mata a sus victimas abriéndoles el cuerpo desde el vientre hasta el pecho. Tanto odio tiene una explicación: en vida  Candyman fue un pintor que durante el siglo pasado en el sur de los Estados Unidos, se enamoro de una muchacha blanca a quien debía retratar. Antes que la pintura estuviera terminada la chica quedo embarazada.
El padre de la mujer  que era quien le había encargado el trabajo, condeno a candyman a un castigo atroz: le cortaron la mano derecha y lo arrogaron luego en un panal de abejas.
Candyman no vive en la realidad sino en las creencias, supersticiones, en los secretos. Cuando ya nadie cree en su existencia desaparecerá del mundo.
Debes en cuando, del cuerpo de Candyman echan a volar miles y miles de abejas enfurecidas.

Fuente: Transilvania Express editorial colihue
Autor: Pablo De Santis

Martín C.


Perito… un glaciar Aventurero


¡Hola chicos¡ ¿como están? Soy un Glaciar  y mi nombre es Perito Moreno , vivo en un parque muy grande, con montañas , bosques , lagos , plantas y animales ,que se llama “ Parque Nacional los Glaciares” y  queda muy cerca de un pueblito llamado “ El Calafate” ,en la provincia de santa Cruz .
Ahora voy a contarles la historia de un “encuentro “, en donde la naturaleza hace posible un espectáculo  único en el mundo, así  que entonces empezare por contarles mi propia historia.
Naci hace mucho, muchísimo tiempo y desde entonces no dejo de avanzar y retroceder, de avanzar y retroceder, corriendo un extenso camino que empieza en las altas cumbres  llegando hasta el pie de las montañas durante todo este trayecto me van sucediendo muchas cosas , cosas lindas , alegres y algunas otras no tanto .
Todo empezó cuando mi mama, la tierra, tuvo mucho, mucho frio y entonces mi papa, El Hielo Continental  Patagónico   , la cubrió con su gran manto de hielo, protegiéndola y… posteriormente nacimos” nosotros”  , los glaciares .Paso el tiempo y cuando mama dejo de tener frio , algunos glaciares decidieron retirarse, pero yo no , decidí quedarme acá  estoy , fiel  representante  de un tiempo en el que casi todo el planeta estaba cubierto de hielo .
Claro que  tuve muchos inconvenientes  en el recorrido así  me encontré  con pequeñas montañas que impedían mi paso. Algunas las pase por encima, y a otras, las mas grandes, tuve que esquivarlas para poder  seguir mi camino .A estas las llame “nunataks”.Tambien de tanto revolcarme y rasguñar las montañas, fui arrastrando y llevando conmigo rocas de diferentes tamaños, a las que decidí llamarlas “morenas “.A medida me avanzaba, el camino se ponía cada vez mas difícil y complicado. Yo estaba muy cansado  y esto hacia que en algunas partes de mi  se formaran grietas, originando bloques  de hielo que me acompañarían y a ellos los llame “seracs”.
Conocí  también  muchísimos amigos , como el sol , que en días de invierno con su calor y energía compartí mi tiempo , el viento, que en verano con su soplo me refresca , la nieve que alimenta mi esencia  y  la lluvia que  limpia  mi  espíritu , sin olvidarme de la cruz del sur y de la luna , fieles compañeros en las heladas noches .
De pronto paso  algo inesperado observe la distancia una gran extensión de tierra , la Península de Magallanes , sabia que no la podía poder esquivar como a las otras montañas , entre ella y yo había ,separándonos, un inmenso  espejo de agua ,el Lago Argentino , el que tendría que atravesar si quería  abrazarme a ella . Me detuve  por un momento  a pensar como haría para lograrlo… ¿esperar que algo desapareciera? Llevaría mucho tiempo y podría no suceder jamás, así que tome fuerza y valor y decidí cruzarlo por su parte mas angosta , justo frente  a la Gran Península,  y así llegue hasta tocar tierra  , fue una tarea muy difícil pero finalmente la alcance después de tanto esfuerzo , mire hacia atrás y observe como el inmenso  espejo de agua  había quedado dividido en dos lagos, al pasar tiempo , sentía como una de las partes del  lago , el “ Brazo rico “ , me hacia cosquillas y me empuja como queriendo reencontrarse con su  hermano , el “Canal de los Témpanos “  , Mientras  tanto  yo crecía aferrado a las rocas de la gran península . Llego un momento  en el que la presión que hacia el agua en mi era cada vez mayor, y ya no la soportaba mas. Entonces pensé y reflexione en que si  lo había hecho estaba bien (eso de haber dividido el lago por querer abrazar la Península) y entonces me pregunte ¿si nadie me impidió mi camino porque yo estoy impidiendo el camino del gran lago ? y fue asa como llegamos a un acuerdo entre el lago Argentino , la Península de Magallanes y yo , el Glaciar Perito Moreno decidimos que yo me soltaría de la Península   que las aguas  del lago pasarían frente a mi con mucha fuerza , desprendiéndome grandes bloques de hielo  que llamaríamos “témpanos” y que se irían navegando por el lago hasta desaparecer . Y así, de esta manera todos nosotros volveríamos a ocupar nuestro lugar: la naturaleza. La ruptura de mi frente fue una fiesta, la naturaleza  siempre encuentra el equilibrio justo, nuevamente se encontraron las aguas y juntos a mis témpanos armamos una fiesta bulliciosa, donde los sonidos, los colores y el movimiento reinaron en todo el parque. Todo fue tan maravilloso, que hicimos un pacto esto volverá a suceder  y así es mi historia, que hoy quise compartir con ustedes, y sepan que cuando necesiten encontrar un lugar mágico y soñado los estaré esperando, en el parque  Nacional Los Glaciares, muy cerquita de el calafate, en la provincia de Santa Cruz, en la República Argentina. ¡CHAU NOS VEMOS PERITO!


 FUENTE: guia turistica infantil - Municipalidad del Calafate 

Vanesa F.

jueves, 6 de septiembre de 2012

La Yerba Mate


De noche Yací, la luna, alumbra desde el cielo misionero las copas de los árboles y platea el agua de las cataratas. Eso es todo lo que conocía de la selva: los enormes torrentes y el colchón verde e ininterrumpido del follaje, que casi no deja pasar la luz. Muy de trecho en trecho, podía colarse en algún claro para espiar las orquídeas dormidas o el trabajo silencioso de las arañas. Pero Yací es curiosa y quiso ver por sí misma las maravillas de las que le hablaron el sol y las nubes: el tornasol de los picaflores, el encaje de los helechos y los picos brillantes de los tucanes.
Pero un día bajó a la tierra acompañado de Araí, la nube, y juntas, convertidas en muchachas, se pusieron a recorrer la selva. Era el mediodía y, el rumor de la selva las invadió, por eso era imposible que escucharan los pasos sigilosos del yaguareté que se acercaba, agazapado, listo para sorprenderlas, dispuesto a atacar. Pero en ese mismo instante una flecha disparada por un viejo cazador guaraní que venía siguiendo al tigre fue a clavarse en el costado del animal. La bestia rugió furiosa y se volvió hacia el lado del tirador, que se acercaba. Enfurecida, saltó sobre él abriendo su boca y sangrando por la herida pero, ante las muchachas paralizadas, una nueva flecha le atravesó el pecho.
En medio de la agonía del yaguareté, el indio creyó haber advertido a dos mujeres que escapaban, pero cuando finalmente el animal se quedó quieto no vio más que los árboles y más allá la oscuridad de la espesura.
Esa noche, acostado en su hamaca, el viejo tuvo un sueño extraordinario. Volvía a ver al yaguareté agazapado, volvía a verse a sí mismo tensando el arco, volvía a ver el pequeño claro y en él a dos mujeres de piel blanquísima y larguísima cabellera. Ellas parecían estar esperándolo y cuando estuvo a su lado Yací lo llamo por su nombre y le dijo:
- Yo soy Yací y ella es mi amiga Araí. Queremos darte las gracias por salvar nuestras vidas. Fuiste muy valiente, por eso voy a entregarte un premio y un secreto. Mañana, cuando despiertes, vas a encontrar ante tu puerta una planta nueva: llamada caá. Con sus hojas, tostadas y molidas, se prepara una infusión que acerca los corazones y ahuyenta la soledad. Es mi regalo para vos, tus hijos y los hijos de tus hijos...
Al día siguiente, al salir de la gran casa común que alberga a las familias guaraníes, lo primero que vieron el viejo y los demás miembros de su tevy fue una planta nueva de hojas brillantes y ovaladas que se erguía aquí y allá. El cazador siguió las instrucciones de Yací: no se olvidó de tostar las hojas y, una vez molidas, las colocó dentro de una calabacita hueca. Buscó una caña fina, vertió agua y probó la nueva bebida. El recipiente fue pasando de mano en mano: había nacido el mate.
     
                                                                                                    

       Matias F